La Gran Vía de Colón en Granada bullía con energía y propósito en este Miércoles especial. Raúl Ximénez, poeta y creador del método panóptico, había convocado una reunión híbrida en un restaurante emblemático. Cinco almas chakra se unieron, vibrando entre la conexión física y digital a través del espacio Morphosland Granada.
En el centro del disco panóptico, Raúl los ubicó en el Cuadrante #4, acorde al día y la vibración del chakra Plexo Solar 3.0. Este cuadrante, fuente de poder interno y autenticidad, resonaba con la máscara de humillación. Con una voz firme, Raúl invitó al grupo a sincronizarse con la energía del día y ajustar sus máscaras hacia la mejor versión obtenida mediante la Cuarta Ley del Espejo. Esta ley los llevó a pivotar entre los encuadres 7 (“Personas”) y 8 (“Sistema”), explorando sus interacciones y sus reflejos más profundos. Raúl les advirtió no confundir cuadrantes (que son cuatro) con encuadres (que son ocho, es decir dos contenidos en cada cuadrante).
De las cinco almas, tres se alinearon rápidamente con el chakra y la máscara del día, absorbiendo su energía universal y conectándose con el flujo panóptico. Sin embargo, dos de ellas expresaron una desconexión con esta vibración; sus máscaras y heridas resonaban con un conflicto interno. Raúl, con su característica calma, les invitó a recorrer un camino diferente: el antichakra Plexo Solar 3.0. Este les desplazó diagonalmente desde el Cuadrante #4 al Cuadrante #2.
En este nuevo carrusel energético, Raúl presentó una alternativa denominada modo Shen . “Aquí, apelarán a una anti-herida yin (propia de los chakras sacro 2.0, corazón 4.0, tercer ojo 6.0) afín a todas y cada una de las siete máscaras vinculadas a los chakras yang de la semana, es decir, además del chakra Plexo Solar 3.0 de hoy Miércoles, los chakras Raíz 1.0, Garganta 5.0 y Corona 7.0. La energía que necesitan ya está dentro de ustedes. El antichakra 3.0 les ofrece la posibilidad de integrar esta conexión universal, pero pivotando ahora entre los encuadres_4 y_3.”
A través de este cambio de leyes del espejo, del Cuarta a la Segunda, las almas comenzaron a entender cómo la humillación no era más que un reflejo de su propia búsqueda de autenticidad. Raúl explicó: “Cuando apelamos al antichakra, reestructuramos el orden natural de los encuadres. Este ajuste nos permite trascender nuestras sombras y transformar nuestras heridas en puentes hacia una energía común.”
La sesión culminó con un poema colectivo, recitado con una energía renovada:
Entre el espejo y el antiespejo, danzamos.
Lo que juzgo en ti, me invita a encontrarme.
Lo que admiro en el sistema, vibra en mí.
En la humillación, hallo mi poder. Y en el Plexo Solar,
conecto con lo universal.
Cada participante abandonó el restaurante impregnado de una energía renovada, llevando consigo herramientas para conectar con su máscara y sanar sus heridas. Morphosland Granada, una vez más, había tejido un camino hacia la autenticidad y la integración.
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