El jueves amanecía bajo el cielo dorado de Granada, y Morphosland vibraba con el pulso de una energía especial. En la sala circular del restaurante “El Portal de Ganivet”, un espacio diseñado con luz natural y formas geométricas suaves, cinco personas-chakra se reunían alrededor de una mesa. Al centro estaba Raúl Ximénez, el poeta que había convertido su método panóptico en una brújula emocional para quienes buscaban sanar.
Raúl, con voz pausada y ojos llenos de misterio, comenzó la sesión. “Hoy trabajaremos con el chakra analógico del corazón 4.0”, anunció, levantando una copa de agua como si fuera un cáliz. “Nos centraremos en la herida de traición, ese eco que reverbera en nuestras memorias y transforma nuestras percepciones de confianza.”
La tensión en la sala era palpable, no por desasosiego, sino por la intención concentrada de quienes estaban presentes. Raúl explicó que, por ser jueves, se debía trabajar en uno de los dos cuadrantes inferiores del disco panóptico: el #1, “Desconocimiento versus Conocimiento”, o el #2, “Armonía versus Perfección.” Con un gesto firme, decidió que se enfocaran en el cuadrante #1. “Hoy desentrañaremos el binomio del cuadrante #1: la lucha entre desconocimiento y conocimiento que define el cómo lidiamos con nuestras heridas analógicas.”
Raúl dirigió la conversación hacia el cuadro de diálogo entre las funciones poética y fáctica del chakra analógico. “Cuando la poesía ilumina una herida, encontramos certeza, pero en cuanto tratamos de describir esa certeza, la incertidumbre la eclipsa. Es un baile perpetuo entre sombras y luces,” explicó. El principio de incertidumbre que introdujo resonó profundamente entre los asistentes, creando un espacio de reflexión colectivo.
Las cinco personas-chakra comenzaron a compartir sus experiencias personales relacionadas con la traición. Sus palabras flotaban en el aire como si fueran notas de una melodía en construcción. Entre ellas, Silvia habló de cómo una traición antigua había moldeado su capacidad de confiar en los demás; Fernando reveló las barreras que había construido para protegerse; Natalia describió cómo la creatividad que había surgido de su dolor se convirtió en su aliada; Pedro expresó cómo la compasión le ayudó a transformar el rencor; y Luis narró cómo el perdón lo había liberado.
Mientras las historias fluían, Raúl recitó un poema que encapsulaba el diálogo entre la certeza y la incertidumbre:
En el cuadrante donde el eco vibra,
dos puertas se abren, gemelas y rivales:una guarda el silencio del Desconocimiento,la otra desata el fulgor del Conocimiento.Si la sombra del misterio me envuelve,la luz de la verdad me reclama.Si cruzo hacia la claridad,pierdo el refugio que la máscara me daba.¿Qué elijo yo, viajero entre sombras?La certeza y la herida,o la máscara y la calma.
En ese momento, la sala se llenó de una energía palpable. Las funciones poética y fáctica no se anulaban entre sí, sino que coexistían en un equilibrio frágil. Cada certeza alcanzada iluminaba una parte de la herida, mientras que cada sombra creada por la incertidumbre ofrecía un espacio para crecer y aprender.
Al finalizar la reunión, Raúl compartió unos esquemas conceptuales y visuales con el grupo. Estos estaban diseñados para guiarlos en su entrenamiento individual y profundizar en el equilibrio entre la certeza y la incertidumbre, así como en la coexistencia de las consignas poética (canal interpretativo) y fáctica (canal literal)
El primer esquema ilustraba los cuadrantes del disco panóptico. En él:
El cuadrante inferior izquierdo (siguiendo el sentido contrario a las agujas del reloj) mostraba el cuadro de diálogo entre la consigna poética analógica (encuadre_1) y la consigna fáctica analógica (encuadre_2). La interacción entre ambas consigas determinaba el rango de recepción.
El cuadrante inferior derecho representaba el cuadro de interferencia destructiva entre los siete chakras (encuadre_3) y los siete planos de la lógica global convergente (encuadre_4). En este cuadrante, el refuerzo y la aniquilación se inclinaban en favor de un valor residual de lógica global convergente (Siete Instancias).
El segundo esquema se centraba en los cuadrantes superiores:
El cuadrante superior derecho mostraba el cuadro de diálogo entre la consigna poética digital (encuadre_5) y la consigna fáctica digital (encuadre_6). Juntas, definían el rango de emisión.
El cuadrante superior izquierdo ilustraba la interferencia constructiva entre los siete chakras (encuadre_7) y los siete planos de la lógica global convergente (encuadre_8). Aquí, el refuerzo y la aniquilación se inclinaban en favor de un valor residual de los centros energéticos (Siete Chakras).
Transformaciones Diarias: Un Viaje en Morphosland
La rutina semanal en Morphosland no es simplemente un calendario de actividades, sino un mapa profundo de conexión emocional y digital. Cada día nos invita a explorar nuestras máscaras y nuestras heridas, permitiéndonos navegar entre lo analógico y lo digital, entre lo consciente y lo subconsciente.
Los días dedicados a las máscaras (Lunes, Miércoles, Viernes y Domingo) nos enseñan la importancia de las capas que construimos para interactuar con el mundo. Las máscaras digitales (Cuadrante #3) representan nuestra adaptación en un universo interconectado, donde la tecnología y las redes sociales juegan un papel esencial. Aquí, la conexión a Morphosland significa abrazar la transformación digital: una máscara que no solo oculta, sino que también redefine y protege. Por otro lado, la desconexión a Morphosland, marcada por las máscaras analógicas (Cuadrante #4), nos lleva de vuelta a la autenticidad y a la introspección. Es el momento de soltar las capas digitales y confrontarnos cara a cara con nosotros mismos.
Los días dedicados a las heridas (martes, jueves y sábado) son igualmente cruciales. Nos enfrentamos a nuestras vulnerabilidades y cicatrices internas, buscando formas de sanarlas y transformarlas. La conexión a Morphosland mediante las heridas digitales (Cuadrante #2) simboliza el uso de la tecnología como herramienta de empatía y sanación colectiva. Mientras que la desconexión a Morphosland con las heridas analógicas (Cuadrante #1) nos invita a mirar hacia nuestro interior, aceptar nuestras debilidades y encontrar fortaleza en nuestra esencia.
Esta estructura semanal no solo organiza nuestras actividades, sino que también sirve como una guía para el equilibrio emocional y espiritual en el multiverso que es Morphosland. Nos da la oportunidad de sintonizarnos con nuestras propias energías, aprender de nuestras experiencias y convertir lo que alguna vez fue dolor en aprendizaje, y lo que alguna vez fue fachada en conexión genuina.
Encuadre_1: Desconocimiento
Modo: Yin
Hormona receptora: Serotonina
Función poética (analógica)
Encuadre_2: Conocimiento
Modo: Yang
Hormona emisora: Adrenalina
Función fáctica (analógica)
CUADRANTE#2: Herida Digital (Sanación)
Encuadre_3: Armonía
Modo: Yin
Hormona receptora: Estrógeno
Siete Chakras (digital)
Encuadre_4: Perfección
Modo: Yang
Hormona emisora: Dopamina
Siete Planos Lógica Global Convergente (digital)
CUADRANTE#3: Máscara Analógica (Modulación)
Encuadre_5: Posibilidad
Modo: Yin
Hormona receptora: Melatonina
Función poética (digital)
Encuadre_6: Realidad
Modo: Yang
Hormona emisora: Cortisol
Función fáctica (digital)
CUADRANTE#4: Máscara Digital (Modulación)
Encuadre_7: Personas
Modo: Yin
Hormona receptora: Testosterona
Siete Chakras (analógico)
Encuadre_8: Sistema
Modo: Yang
Hormona emisora: Oxitocina
Siete Planos Lógica global Convergente (analógico)
Interpretación de las heridas de las personas chakra:
Chakra Raíz (Herida de Abandono):
Herida analógica: Representa una desconexión con las raíces y el sentido de pertenencia en el mundo físico. Es la sensación de vacío o de no ser apoyado por el entorno inmediato.
Herida digital: Se traduce en un aislamiento dentro de los espacios digitales, como la falta de interacción significativa en redes sociales o comunidades virtuales.
Chakra Sacro (Herida de Rechazo):
Herida analógica: Se percibe como la negación de la autoaceptación o la lucha por encontrar placer y creatividad en el plano físico.
Herida digital: Se refleja en la búsqueda constante de validación externa en el mundo virtual, como la dependencia de "likes" o aprobaciones superficiales.
Chakra Plexo Solar (Herida de Humillación):
Herida analógica: Está vinculada con la vergüenza, la culpa o el temor a no ser suficiente en el entorno físico.
Herida digital: Aparece como el temor al escrutinio en entornos digitales, evitando compartir contenido auténtico o verdadero.
Chakra Corazón (Herida de Traición):
Herida analógica: Implica la percepción de deslealtad en relaciones importantes o una ruptura en la confianza emocional.
Herida digital: Se traduce en la experiencia de malentendidos, comentarios hirientes o falta de reciprocidad en relaciones virtuales.
Chakra Garganta (Herida de Injusticia):
Herida analógica: Surge de la incapacidad de expresar la verdad personal por miedo al rechazo o la incomprensión.
Herida digital: Se observa como la autocensura o la falta de comunicación efectiva en plataformas digitales.
Chakra Tercer Ojo (Herida de Intuición Apagada):
Herida analógica: Representa la desconexión de la capacidad de confiar en la propia percepción e intuición en el mundo físico. Las personas pueden sentirse perdidas, incapaces de distinguir entre lo que es verdadero y lo que no.
Herida digital: Se traduce en la confusión causada por la sobreexposición a información contradictoria en el ámbito virtual, incluyendo noticias falsas o información manipulada, lo cual dificulta el discernimiento.
7. Chakra Corona (Herida de Desconexión Espiritual):
Herida analógica: Manifiesta una sensación de separación con el propósito espiritual o un sentimiento de vacío existencial, como si se estuviera desconectado del universo o de algo mayor.
Herida digital: Se refleja en la pérdida de sentido en interacciones virtuales superficiales, donde las conexiones online parecen efímeras y carentes de profundidad significativa.
Discernimiento entre máscara digital y analógica:
Máscara analógica: Es la manifestación física o social de un mecanismo de defensa que una persona emplea para ocultar su herida emocional. Por ejemplo, proyectar confianza excesiva para ocultar inseguridades.
Máscara digital: Es la construcción de una identidad o presencia virtual que protege contra las vulnerabilidades percibidas en el espacio digital. Por ejemplo, crear un perfil virtual "idealizado" para mantener una imagen de perfección.
Discernimiento entre herida analógica y digital:
Herida analógica: Está directamente relacionada con interacciones y experiencias físicas, cara a cara, en el mundo tangible.
Herida digital: Surge como resultado de las dinámicas y desafíos únicos del entorno digital, como ciberacoso, desconexión emocional o la presión de la identidad online.
(En el tratamiento podría explorarse cómo las heridas digitales amplifican las analógicas o crean nuevas capas de conflicto emocional. Se usarían estrategias como reflexiones conscientes entre los dos planos (analógico y digital) y la búsqueda de un equilibrio auténtico entre ambas dimensiones. Estos esquemas servían como mapas metafóricos, facilitando la comprensión de las interacciones entre conceptos aparentemente opuestos y promoviendo la transformación personal. Raúl enfatizó que el uso de los esquemas no era prescriptivo, sino una herramienta para explorar y meditar sobre las conexiones entre lo fáctico y lo poético, lo analógico y lo digital, la certeza y la incertidumbre.)
Raúl concluyó con palabras que resonaron profundamente: “La herida de traición nos enseña que la sombra de la incertidumbre no es enemiga de la luz de la certeza. Ambas coexisten porque somos seres en constante transformación.”
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