En la vibrante atmósfera de Morphosland Granada, un domingo con el chakra digital Corona 7.0 como protagonista marcaba el ritmo del día. Raúl Ximénez, poeta panóptico y guía espiritual, se reunió con siete personas-chakra en un restaurante de la Calle Palacios. Con su característico enfoque holístico, ubicó al grupo en el Cuadrante #4 del Disco Panóptico Digital, donde la energía yang emisor resonaba con el desafío de la Máscara de Desconexión Espiritual.
Raúl comenzó animando a los presentes a modular sus máscaras, explorando la mejor versión de su yo futuro, una práctica que el domingo hacía aún más relevante. La modulación implicaba pivotar entre los encuadres “Personas” y “Sistema,” mientras activaban las hormonas cortisol y serotonina, creando un flujo energético único.
Tres de las personas presentes encontraron dificultad para sintonizar con la energía del día y fueron invitadas por Raúl a trabajar con el antimáscara del Corona 7.0. Este método permitía conectar con los circuitos digitales y analógicos de las heridas yin, propias de los chakras Sacro 2.0, Corazón 4.0 y Tercer Ojo 6.0. Guiados por esta transición energética, los participantes realizaron un desplazamiento en diagonal del Cuadrante #4 hacia el Cuadrante #1, estableciendo una superposición entre la modulación de las máscaras y la sanación de las heridas.
El modo Shen, herramienta clave del proceso, facilitó este cambio dinámico, que integraba las energías yin y yang. Con ello, las hormonas fluyeron sincronizadamente, mientras los encuadres reforzaban la conexión espiritual y energética del grupo. Bajo la dirección de Raúl, la sesión culminó en una activación colectiva de las frecuencias del día, con cada participante experimentando un nuevo nivel de integración entre su ser digital y espiritual.
Morphosland Granada se convirtió, una vez más, en un santuario de introspección y renovación, donde el domingo trascendió la rutina y se transformó en un espacio de auténtica conexión energética. Raúl cerró la jornada con una reflexión profunda: “Al modular nuestras máscaras, no solo encontramos nuestra mejor versión, sino que también sanamos las heridas que nos conectan con el universo interior.” Los asistentes abandonaron el restaurante cargados de propósito y claridad, un testimonio vivo del impacto del método panóptico.
Raúl Ximénez, alzando una mano en el centro del restaurante de la Calle Palacios, exclamó con solemnidad: "Que hable ahora el Canal de Poesía Panóptico, que surjan las palabras que modulen la esencia de nuestra jornada. Deja que los versos reflejen la sanación y la unión de las máscaras y las heridas, entre el Cuadrante #4 y el Cuadrante #1. ¡Que el poema sea nuestro puente hacia la mejor versión de nosotros mismos!"
Y el Canal entregó:
"Máscaras y Heridas"
En el Cuadrante Cuatro, bajo luz digital, las máscaras tiñen rostros, perfección ritual. Raíces que laten, garganta que canta, un plexo solar que la energía levanta.
Pero el domingo despierta heridas dormidas, en los circuitos yin, memorias perdidas. Sacro que llora, tercer ojo que ve, un corazón que pulsa, busca su porqué.
Corona 7.0, en su danzar vibrante, conecta los lados del ser distante. La antimáscara llama al modo Shen, donde lo analógico y digital se ven.
De Cuadrante a Cuadrante, diagonal el trazo, armonía y perfección se funden en abrazo. Hormonas que fluyen, melatonina y adrenalina, abren caminos a la esencia divina.
Hoy modulamos máscaras, sanamos heridas, pivotamos entre sombras y vidas. Unimos los fragmentos de nuestro ser, y en el Canal Panóptico, renacemos al crecer.
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