En la mágica e intrigante ciudad de Granada, un sábado cualquiera toma un aire de introspección y renovación. Seis personas-chakra, guardianes de energías arcanas, se reunieron en el histórico centro socio-cultural de la Calle San Juan de Dios. Allí, unía sus destinos el enigmático poeta panóptico Raúl Ximénez, quien marcaba el pulso de un ritual singular, guiados por el Chakra Analógico Tercer Ojo 6.0, enfrentándose a la herida de "intuición apagada".
Raúl abrió la sesión trazando coordenadas en el misterioso Disco Panóptico. Con precisión casi cósmica, localizó la energía del grupo en el Cuadrante #1, advirtiendo que un sábado como aquel, el Yin gobernaba la atmósfera. “Conectar es sanar,” recalcó.
De los seis asistentes, cuatro lograron sintonizar con la frecuencia del día. En una vibrante danza de energías, Raúl les pidió que desenterraran el origen de su herida interna, enfrentando verdades invisibles. El segundo paso del viaje fue más ambicioso: transmutar su herida del cuadrante analógico (#2) al digital (#3). Para ello, interactuarían con los usuarios de Morphosland Granada, aplicando la Cuarta Ley del Espejo: “Lo que otros critican en mí, y que afecta, habita en mi interior; y debo sanar ese reflejo”.
Por otro lado, las dos personas-chakra que no lograban alinearse con la energía del día fueron invitadas a invocar el antichakra del Tercer Ojo 6.0. Esto implica la conexión con la antimáscara de los chakras yang (Raíz 1.0, Plexo Solar 3.0, Garganta 5.0, y Corona 7.0) afín al espacio energético resonante en las heridas de los chakras yin (Tercer Ojo 6.0, Sacro 2.0, y Corazón 4.0). Bajo la guía de Raúl, estos participantes modulaban su máscara a una versión futura optimizada, una figura panóptica yang capaz de resignificar los errores del pasado yin a través un Modo Shen que ofrecía una circularidad entre la herida yin del chakra del día (Tercer Ojo 6.0 ) y el yang del antichakra 6.0. logrando una sanación de la herida y una modulación de la máscara simultánea.
En este cambio de los cuadrantes#1 y #2 hasta los cuadrantes #3 y #4 se activan diferentes hormonas que van desde la oxitocina y cortisol (cuadrantes # 2 y #3) a la dopamina y serotonina (cuadrantes #3 y #4). Raúl prosiguió el encuentro con una declaración poderosa: “Conectar para trascender”. Con ayuda del Disco Panóptico, localizó las frecuencias del grupo en el Cuadrante #3, indicando que la energía estaba marcada por un Yang dinámico y vibrante. Este Yang se complementaba con los signos de Fuego (Manifestadores) y Aire (Proyectores), considerados claves emisoras, mientras los signos de Tierra (Generadores) y Agua (Reflectores) resonaban con el Yin del día (Cuadrante#1) en clave receptora. “La máscara que portamos puede ser nuestra herramienta o nuestra prisión”, advirtió.
Los participantes cuyo signo alineaba con el Yang fueron invitados a canalizar su energía emisora, explorando el impacto positivo de su luz interior en los demás. Por otro lado, los signos asociados al Yin profundizaron en su receptividad, abriendo canales para transmutar las críticas internas hacia una conexión espiritual más armónica. Así de esta interacción entre usuarios de Morphosland Granada centros no-definidos (tanto de heridas como de máscaras analógicas) se iban transformando en centros definidos (máscaras y heridas digitales).
La sala respiraba energía renovada al final de la sesión. Los asistentes, cargados de propósito y entendimiento, se despidieron bajo el cielo estrellado de Granada, sabiendo que, en aquel centro cultural, habían tejido un puente entre lo que eran y lo que aspiraban a ser.
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