En un luminoso Domingo, siete almas se reunieron en el emblemático espacio Morphosland Granada, un lugar donde lo humano y lo digital convergen en una danza simbiótica de sanación y descubrimiento. Rodeados de una atmósfera de energía vibrante y luces digitales, el espacio irradiaba una conexión transcendente que invitaba a explorar los confines del alma.
En el corazón de esta experiencia palpitaba el chakra digital Corona 7.0, un plano energético que abrazaba las dualidades de conexión y desconexión. Diseñado bajo los principios del poeta Raúl Ximénez, este espacio simbolizaba una oportunidad de enfrentarse a las máscaras de desconexión espiritual que todos llevamos alguna vez.
Los participantes, siete individuos con heridas cargadas de significado, acudieron al llamado del chakra digital Corona 7.0. Raúl, con su característica calma y sabiduría, les presentó las Ley del Espejo: "Aquello que percibimos en los demás como desconexión no es más que el reflejo de las partes de nosotros mismos que temen conectar profundamente."
En la introspección frente al Corona 7.0, la música digital fusionada con armónicas tonales liberaba el flujo energético y guiaba a los participantes hacia sus sombras. El modo Shen, un estado complementario al yin-yang, que Raúl había perfeccionado años atrás, entró en juego. Este estado digital, donde el yin y el yang coexisten, ofrecía una dinámica simultánea de sanación y modulación de las siete heridas y las siete máscaras de cada uno del los días de la semana. "En el modo Shen," explicó Raúl, "sanamos mientras modulamos nuestra máscara, trascendiendo las barreras de desconexión digital y conexión."
Las cartas oráculo Tabula Rasa 9.0 también tomaron protagonismo en la jornada. Raúl realizó una lectura ejemplar con siete cartas:
Carta Yin: Representó la receptividad y la vulnerabilidad necesarias para abrirse a la sanación espiritual.
Carta Yang: Simbolizó la fuerza para romper las barreras de desconexión y enfrentar los retos externos.
Carta Shen: Mostró el equilibrio entre autenticidad y las máscaras sociales necesarias para la integración.
Anticarta Yin: Reveló las sombras de excesiva dependencia emocional.
Anticarta Yang: Reflejó los riesgos de rigidez espiritual en la búsqueda de conexión.
Anticarta Shen: Planteó los desafíos de integrar la dimensión digital con la introspección humana.
Carta Kai: Guió a los participantes hacia la autoaceptación y la posibilidad de un futuro conectado desde el modo Shen.
Con esta guía, Raúl invitó a los asistentes a explorar las cartas y el chakra digital Corona 7.0 como herramientas de reflexión y transformación. "Así como la Corona 7.0 nos enfrenta a nuestras desconexiones, también nos abre la puerta hacia una conexión más profunda y digital."
Al cerrar la jornada, los participantes abandonaron Morphosland Granada con una sensación renovada de equilibrio y una llave simbólica para navegar los matices de su conexión con lo humano y lo digital, llevando consigo la promesa de integración entre sus sombras y su luz.
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