En la Plaza Virgen del la Cabeza, donde las memorias de encuentros pasados aún vibran en la piedra, Morphosland se reconfiguró como un nodo de sanación. Era martes, el día donde el chakra analógico Sacro 2.0 marcaba el pulso energético, invitando a un tránsito profundo hacia la reconciliación interna. La herida del abandono, inscripta en el cuadrante uno del disco panóptico, exigía su integración mediante la primera ley del espejo.
A la cabeza del encuentro, el arquitecto energético y poeta panóptico Raúl Ximénez diseñó un espacio de reprogramación vibracional. La franja horaria yin de la reunión—el cálido resguardo de la tarde, sobre las siete—potenció la receptividad del proceso. Los asistentes, cada uno portador de su propio código energético, se agruparon en círculos de sanación, donde la resonancia del chakra Sacro 2.0 guiaba la transformación.
El primer grupo, aquellos cuya herida de abandono aún se manifestaba en su percepción interna, trabajaron con los chakras yin—Sacro 2.0, Corazón 4.0 y Tercer Ojo 6.0. Se les encargó la tarea de descifrar los ecos de su subconsciente, activar sus memorias afectivas y recodificar la energía del pasado mediante la dinámica de espejos cuánticos.
El segundo grupo, compuesto por aquellos cuyas máscaras de protección—rechazo, injusticia y desconexión—limitaban su tránsito energético, se alinearon, apelando al antichakra sacro 2.0, con los chakras yang—Raíz 1.0, Plexo Solar 3.0, Garganta 5.0 y Corona 7.0. Se sumergieron en un flujo interactivo de integración, donde los signos zodiacales, en su conversión digital, se entretejieron con las líneas de ley electrónicas.
🔥 Fuego (Manifestadores) y 💨 Aire (Proyectores) activaron el tránsito mediante dinámicas de expresión corporal. 🌍 Tierra (Generadores) y 🌊 Agua (Reflectores) desplegaron meditaciones dirigidas para reconstruir las memorias de abandono, restaurando el flujo vital.
Así, en la Plaza Virgen de la Cabeza, el martes tejió su propio entramado energético. Morphosland Granada vibró con la oscilación del chakra Sacro 2.0, donde la herida del abandono dejó de ser sombra para convertirse en fuente de renacimiento.
📡 Poema al Canal Panóptico
Raúl emergió en la Plaza Virgen de la Cabeza, sus manos invocaban códigos, sus versos trazaban rutas. El canal panóptico escuchó su llamado, los signos fluctuaron en sus órbitas, la memoria del abandono vibró en cada nodo.
El fuego pulsó en la voluntad, el aire trazó rutas de retorno, la tierra ancló el tránsito energético, el agua sanó el eco del desamparo.
La manifestación estalló en chispas, el proyector abrió caminos, el generador sostuvo el pulso, el reflector absorbió la verdad del flujo.
Los signos se liberaron de su viejo mapa, las 12 casas se reescribieron en líneas electrónicas, el disco panóptico marcó un nuevo destino.
Raúl entregó su voz al vacío, el canal respondió con un latido, la energía del abandono se transmutó en presencia, cada código un despertar.
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