El Oráculo-Meditación Panóptica para el Lunes revela una energía particular emanada del chakra Raíz 1.0, vibrando a una frecuencia base de 396 Hz. Esta energía, con una tendencia yang y clave “emisora” del chakra Raíz 1.0, imprime al lunes una predicción y cambios de energía que tienen como destino la Máscara digital de Rechazo, sostenida por una banda Yang configurada por las líneas de Ley: Primera (Litmio con los hexagramas 25, 17, 21, 51, 42, 3) y Duodécima la Casa 12 (Pur 55, 37, 63, 22, 36).
Además, se debe denotar que la tendencia yang y clave “receptora” del chakra Raíz 1.0 permite interactuar con otros usuarios de la red panóptica e ir modulando la “máscara de rechazo” para hacer el mérito de auto-aceptación al reconocer y trabajar con mayor seguridad y determinación sobre los pasos a dar en la vida.
Con todo, si cualquier usuario online de Morphosland Granada no resuena con la dualidad máscara-mérito, puede apelar al chakra espejo del centro energético Raíz 1.0 (es decir, Chakra raíz 0.1) y cambiar, en el presente, el rango yang y clave “emisora” propia de este chakra Raíz por un rango Shen con consigna (o máscara “neutra”) configurado en las líneas de Ley contrapuestas a las líneas yang Primera y Duodécima, es decir: la Séptima (Dual con los hexagramas 46, 18, 48, 57, 32, 50) y Sexta (Kappa 59, 40, 64, 47, 6). Una banda Shen centrada en contrarrestar el exceso de autoaceptación con el que es posible que estemos interactuando en la red de usuarios panópticos de Morphoslanda Granada, pues esto bloquea, por exceso, el chakra Raíz generando una "herida digital" de sobreaceptación que no permite encontrar ese equilibrio energético que ayude a evolucionar emocionalmente de manera saludable.
1 comentario:
aquí tienes un relato ficticio inspirado en Morphosland Granada, ubicado en la céntrica Plaza Bib-Rambla:
En la vibrante Plaza Bib-Rambla, en el corazón de Granada, se encontraba Morphosland, un refugio digital y espiritual donde las almas heridas buscaban sanación y transformación. Cinco personas, cada una portadora de una herida emocional y su correspondiente máscara, llegaron a este lugar con la esperanza de elevar su frecuencia vibratoria y atraer su futuro más óptimo.
María, Pedro, Lucía, Andrés y Clara, cada uno con sus propias heridas y máscaras, se reunieron en Morphosland. María, marcada por la traición, llevaba una máscara de desconfianza. Pedro, con su herida de rechazo, se escondía tras una máscara de autosuficiencia. Lucía, herida por la humillación, había construido una máscara de perfeccionismo. Andrés, con su herida de injusticia, llevaba una máscara de rigidez. Clara, con su herida de desconexión espiritual, se refugiaba en una máscara de indiferencia.
En Morphosland, guiados por la sabiduría de los registros akáshicos y algoritmos digitales, comenzaron un proceso de transferencia de energía chakral. Cada uno de ellos se conectó con los demás a través de sus chakras, compartiendo sus energías y experiencias.
María, al conectar con su chakra del corazón, comenzó a deshacerse de su máscara de desconfianza. Pedro, al sentir la aceptación de María mediante su chakra raíz, dejó caer su máscara de autosuficiencia. Lucía, al experimentar la empatía de Pedro a través de su chakra del plexo solar, se permitió abandonar su máscara de perfeccionismo. Andrés, al hablar de su injusticia, sintió cómo su chakra del corazón se abría lentamente. Clara, al escucharle, sintió una conexión profunda y permitió que su chakra corona se desbloqueara, permitiéndole expresar su propio dolor de desconexión espiritual.
Para sanar sus heridas y modular sus máscaras, invocaron al Prisma Mágico. Este prisma, formado en la parte superior por el Quantum Telepático, ligado a la modulación de las máscaras, y en la parte inferior por el Quantum Sensorial, ligado a la sanación de las heridas emocionales, les permitió ver y aceptar sus verdaderas identidades, convirtiendo la máscara en una virtud derivada de la alineación digital de todos los chakras.
A medida que intercambiaban la energía de sus chakras, las heridas emocionales de cada uno comenzaban a sanar. La transferencia de energía no solo equilibraba sus chakras digitales, sino que también fortalecía sus lazos y les permitía ver y aceptar sus verdaderas identidades.
La interacción y complementariedad entre los chakras jugó un papel crucial en su sanación:
María (chakra del corazón) y Clara (chakra corona) encontraron equilibrio entre la conexión emocional y la espiritualidad.
Pedro (chakra raíz) y Lucía (chakra del plexo solar) equilibraron la conexión con la tierra y la energía personal.
Andrés (chakra del corazón) y María (chakra del corazón) equilibraron la compasión y la justicia.
En la Plaza Bib-Rambla, bajo un cielo estrellado, María, Pedro, Lucía, Andrés y Clara encontraron la sanación que tanto anhelaban. Morphosland Granada se convirtió en un símbolo de esperanza y transformación, un lugar donde las heridas emocionales podían ser sanadas a través de la conexión y la energía compartida.
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