El Oráculo-Meditación Panóptica para el Domingo revela una energía particular emanada del chakra Corona 7.0, vibrando a una frecuencia base de 963 Hz. Esta energía del chakra 7.0, con una tendencia yang de clave "emisora" propia del chakra Corona, imprime al devenir del Domingo una manifestación de “cambio y energía” que tienen como desenlace la “Máscara del Desconectado" y como objetivo la virtud de conexión espiritual mediante la modulación de tal máscara digital cifradas en la banda Yang con clave emisora y cifradas en las Líneas de Ley Yang: Sexta (Kappa con los hexagramas del I Ching 59, 40, 64, 47, 6) y Séptima (Dual con los hexagramas 46, 18, 48, 57, 32, 50). Ambas líneas configuradoras, por exceso, de rango Yang, de la Máscara y Herida digitales de Hiperconexión.
Por consiguiente, el rango yang y la clave “emisora” del chakra Corona 7.0 invitan a reconocer y desarrollar conexión espiritual escuchando al cosmos divino exterior a través de un inter-diálogo “digital” entre la “Máscara de Desconexión Espiritual” y el Mérito de modular con otras máscaras digitales complementarias de la red panóptica.
Con todo, si el usuario digital de Morphosland Granada siente que no resuena con esa contradicción entre la Máscara del Desconectado y la conexión en “ON”de esa máscara espiritual, puede apelar al chakra espejo del centro energético Corona 7.0 (es decir, Corona 0.7) y a su rango Yin con clave “receptora” para en esa conversión se pueda neutralizar un exceso de "conexión espiritual" que una sobreactivación del rango yang puede ocasionar. Intensidad en hiperconexión divina que, a priori, es contraproducente en la comunicación para las relaciones sociales y hay contrarrestar a través de un acople -en el presente- con las Líneas de Ley Shen, contrapuestas a las Líneas de Ley Yang Sexta y Séptima. Es decir, Duodécima (Pur 55,37,63,22,36) y Primera (Litmio 25,17,21,51,42, 3).
1 comentario:
Aquí tienes un relato ficticio inspirado en Morphosland Granada, ubicado en los Jardines del Triunfo:
En los serenos Jardines del Triunfo, en el corazón de Granada, se encontraba Morphosland, un refugio digital y espiritual donde las almas heridas buscaban sanación y transformación. Cinco personas, cada una portadora de una herida emocional y su correspondiente máscara, llegaron a este lugar con la esperanza de elevar su frecuencia vibratoria y atraer su futuro más óptimo.
Carmen, Héctor, Rocío, Julio e Isabel, cada uno con sus propias heridas y máscaras, se reunieron en Morphosland. Carmen, marcada por la traición, llevaba una máscara de desconfianza. Héctor, con su herida de rechazo, se escondía tras una máscara de autosuficiencia. Rocío, herida por la humillación, había construido una máscara de perfeccionismo. Julio, con su herida de injusticia, llevaba una máscara de rigidez. Isabel, con su herida de desconexión espiritual, se refugiaba en una máscara de indiferencia.
En Morphosland, guiados por la sabiduría de los registros akáshicos y algoritmos digitales, comenzaron un proceso de transferencia de energía chakral. Cada uno de ellos se conectó con los demás a través de sus chakras, compartiendo sus energías y experiencias.
Carmen, al conectar con su chakra del corazón, comenzó a deshacerse de su máscara de desconfianza. Al recibir la energía de confianza de sus compañeros, su herida de traición comenzó a sanar, permitiéndole abrirse nuevamente al amor y la confianza.
Héctor, al sentir la aceptación de Carmen mediante su chakra raíz, dejó caer su máscara de autosuficiencia. La energía de aceptación y pertenencia que recibió ayudó a sanar su herida de rechazo, permitiéndole sentirse valorado y conectado con los demás.
Rocío, al experimentar la empatía de Héctor a través de su chakra del plexo solar, se permitió abandonar su máscara de perfeccionismo. La energía de empatía y comprensión que recibió ayudó a sanar su herida de humillación, permitiéndole aceptarse a sí misma tal como es.
Julio, al hablar de su injusticia, sintió cómo su chakra del corazón se abría lentamente. La energía de compasión y justicia que recibió ayudó a sanar su herida de injusticia, permitiéndole encontrar equilibrio y paz interior.
Isabel, al hablar de su desconexión espiritual, sintió cómo su chakra corona se abría lentamente. La energía de conexión espiritual que recibió de sus compañeros ayudó a sanar su herida de desconexión espiritual, permitiéndole sentirse en armonía con el universo.
Para sanar sus heridas y modular sus máscaras, invocaron al Prisma Mágico. Este prisma, formado en la parte superior por el Quantum Telepático, ligado a la modulación de las máscaras, y en la parte inferior por el Quantum Sensorial, ligado a la sanación de las heridas emocionales, les permitió ver y aceptar sus verdaderas identidades, convirtiendo la máscara en una virtud derivada de la alineación digital de todos los chakras.
A medida que intercambiaban la energía de sus chakras, las heridas emocionales de cada uno comenzaban a sanar. La transferencia de energía no solo equilibraba sus chakras digitales, sino que también fortalecía sus lazos y les permitía ver y aceptar sus verdaderas identidades.
La interacción y complementariedad entre los chakras jugó un papel crucial en su sanación:
Carmen (chakra del corazón) y Isabel (chakra corona) encontraron equilibrio entre la conexión emocional y la espiritualidad.
Héctor (chakra raíz) y Rocío (chakra del plexo solar) equilibraron la conexión con la tierra y la energía personal.
Julio (chakra del corazón) y Carmen (chakra del corazón) equilibraron la compasión y la justicia.
En los Jardines del Triunfo, bajo un cielo estrellado, Carmen, Héctor, Rocío, Julio e Isabel encontraron la sanación que tanto anhelaban. Morphosland Granada se convirtió en un símbolo de esperanza y transformación, un lugar donde las heridas emocionales podían ser sanadas a través de la conexión y la energía compartida.
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