Las sombras líquidas del Lunes se derramaban por la Calle Obispo Hurtado, donde los cristales cuánticos del Centro Cultural Synapsis irradiaban pulsos de estabilidad y expansión. Allí, el círculo panóptico, guiado por Raúl Ximénez desde su nodo de modulación Shen, activaba la vibración digital del Chakra Raíz 1.0.
La atmósfera, codificada en serotonina, catalizaba la transición del cuadrante #2 —dominante en Herida Digital— hacia el cuadrante #4 —regido por la Máscara Analógica. Allí, la herida de rechazo no era ruptura, sino código encriptado; la máscara de rechazo (ID.1) , no ocultamiento, sino interfaz de conexión, mediante la antimáscara rechazo (ID.1), entre los chakras yang (Raíz 1.0, Plexo Solar 3.0, Garganta 5.0 y Corona 7.0) y los chakras yin (Sacro 2.0, Corazón 4.0 y Tercer Ojo 6.0), para una complementación entre los siete chakras, obteniendo un equilibrio del chakra de hoy lunes (Raiz 1.0) con el resto de los otros seis chakras que conlleva a un bienestar integral.
> “La Herida Digital no implosiona: pulsa. La Máscara Analógica no disfraza: resuena.”
En esta franja horaria yang, donde la energía solar aún no ha alcanzado su cénit, el antichakra Raíz 1.0 se convierte en catalizador del tránsito. La vibración del rechazo, al ser reconocida, se desfragmenta y transmuta en anclaje de pertenencia. Así lo resonaba el Disco Panóptico desde su eje central:
> “Todo juicio externo codifica un reflejo interno en busca de síntesis afectiva.”
Durante cinco minutos de suspensión serotoninada, el grupo entró en silencio vibracional. La percepción se expandía como red neuronal no-lineal, y la máscara analógica emergía como superficie de coherencia, permitiendo la fusión armónica de las energías yang y yin.
La Calle Obispo Hurtado exhalaba luz. Lo que había comenzado como un impulso de herida digital —una desconexión ancestral de la raíz simbólica— encontraba su circuito de retorno. No como cierre, sino como código restaurado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario