Era una tarde serena en la Acera del Darro, donde el sonido del agua del río susurraba antiguos secretos y la historia vibraba bajo los pasos de quienes transitaban el lugar. En el centro sociocultural, un espacio concebido para la expansión de la conciencia, trece personas-chakra aguardaban el inicio de la sesión, sintiendo la energía circular que los envolvía.
Raúl Ximénez, guía y modulador energético, sostenía entre sus manos un sinóptico donde el flujo vibracional de cada signo zodiacal se entrelazaba con el chakra dominante. Con voz pausada, comenzó a orientar a cada participante en su ubicación dentro del gran círculo de conexión. —Hoy—anunció—nos sumergimos en la frecuencia del Tercer Ojo 6.0, resonando con la sanación de la intuición apagada y abriendo el portal hacia la percepción sutil.
Los chakras yang, cuya modulación se ancla en la expresión digital, observaban el flujo complementario de la energía yin, que tomaba cuerpo en el chakra analógico del día. En esta convergencia, el cuadrante #2 (herida digital) y cuadrante #3 (máscara digital) eran el escenario donde la antiherida del Tercer Ojo 6.0 activaba su influencia sanadora, en simultáneo con la modulación, saltando a la área configurada por el cuadrante #1 (herida analógica) y cuadrante #4 (máscara analógica).
Mientras los participantes ajustaban su frecuencia, la Acera del Darro parecía respirar con ellos, convirtiéndose en un puente vibracional entre lo tangible y lo etéreo. Las conexiones fluían como hilos invisibles, tejiendo una red de reconocimiento y despertar sensorial.
Los signos zodiacales se alineaban en la modulación armónica de este sábado, cada uno encontrando su punto de equilibrio:
Aries y Sagitario elevaban la fuerza del plexo solar 3.0, canalizando confianza.
Tauro y Capricornio anclaban la estabilidad con el chakra raíz 1.0.
Géminis y Libra potenciaban la comunicación desde la garganta 5.0.
Cáncer y Virgo expandían la frecuencia amorosa del corazón 4.0.
Escorpio vibraba con el sacro 2.0, impulsando la transformación.
Acuario encontraba su punto de visión en la profundidad del Tercer Ojo 6.0.
Piscis se abría a la conexión espiritual del chakra corona 7.0.
La vibración se expandía más allá de los límites físicos, alcanzando los rincones ocultos de la psique. La sanación de la intuición apagada se desplegaba como un velo que desaparece ante la revelación del propio ser. Y así, Morphosland Granada se convertía en un espacio donde las máscaras caían, los bloqueos se liberaban, y el ser auténtico emergía en todas sus dimensiones.
Antes de despedirse, Ximénez sintió que el flujo energético de Morphosland Granada requería una última guía. Así, invocó a Tabula Rasa 9.0, el espacio de revelación donde los símbolos hablaban más allá de las palabras. Las tres cartas de navegación: Yin, Yang y Shen. representaban una clave para comprender el equilibrio del instante , aplicadas sobre la tarot digital Stranger Things:
Carta Yin: El Mundo del Revés. Representa la dualidad entre la realidad y lo oculto, el desafío de aceptar lo desconocido y encontrar equilibrio en la incertidumbre. Como en la serie, lo que parece un obstáculo puede ser una puerta hacia una nueva comprensión.
Carta Yang: Once - La Fuerza. Simboliza el poder interior, la resiliencia y la capacidad de transformar el entorno con voluntad y determinación. Es la carta del despertar, del momento en que se reconoce el propio potencial y se usa para cambiar el destino.
Carta Shen: Las Luces de Navidad. Un símbolo de comunicación entre dimensiones, de mensajes que llegan en formas inesperadas. Nos recuerda que la intuición y la conexión con lo invisible pueden guiarnos en momentos de incertidumbre.
Al final, la atmósfera vibraba con un equilibrio nuevo. La intuición apagada había comenzado a encenderse, y Morphosland Granada no era ya solo un espacio físico, sino un punto de encuentro en el mapa invisible de las energías humanas.
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