En el punto de encuentro virtual (Ermita de San Sebastián, situada en el corazón del Paseo del Violón) un lunes con chakra digital 1.0 (raíz) y dominio de una máscara de rechazo, ocho personas chakras se reunieron bajo la luz tenue del atardecer. El aire estaba cargado de energía, y el murmullo del río Genil proporcionaba una banda sonora serena a la escena.
Juan y Salvador, con sus máscaras de injusticia, se conectaron al quantum telepático. Sus pensamientos fluían como un río de datos, modulando sus percepciones y ajustando sus emociones. La injusticia que sentían se transformaba en una fuerza motriz, una cobertura que les permitía ver más allá de lo evidente.
Susana y Héctor, en cambio, no lograban sintonizar con la armonía del chakra digital raíz 1.0. Sus almas resonaban en una frecuencia diferente, apelando al antichakra analógico 0.1 (raíz). Conectaron con el quantum sensorial, un flujo de energía más primitivo y visceral. A través de esta conexión, comenzaron a sanar sus heridas particulares, encontrando consuelo en la simplicidad de lo tangible.
José, Tomás, Alba y Lorena se unieron al kemón, actuando como una interfaz entre el quantum sensorial y el quantum telepático. Sus energías se entrelazaron, creando un puente entre lo físico y lo etéreo. En este espacio intermedio, encontraron un equilibrio perfecto, una danza de energías que resonaba con la melodía del universo.
La reunión de estos ocho seres en la Ermita San Sebastián del Paseo del Violón no fue casualidad. Cada uno, con sus propias luchas y conexiones, formaba parte de un todo mayor. En ese lunes, bajo el cielo de Granada, sus chakras se alinearon, creando un mosaico de energías que brillaba con una luz propia.
Juan: (ajustando su máscara de rechazo , contrapuesta a la de injusticia) Salvador, ¿sientes cómo el quantum telepático nos conecta? Es como si pudiéramos ver más allá de lo evidente.
Salvador: (asintiendo) Sí, Juan. Es una sensación poderosa. El rechazo que sentimos se transforma en una fuerza que nos impulsa a buscar la verdad.
Susana: (con una expresión de frustración) Héctor, no logro sintonizar con el chakra digital raíz. Siento que mi energía está en otra frecuencia.
Héctor: (consolándola) No te preocupes, Susana. Tal vez nuestra conexión esté en el antichakra analógico 0.5 (garganta) sea necesaria para vencer la rigidez impuesta en nuestra vida por la máscara de injusticia. A través del quantum sensorial, podemos sanar nuestras heridas de una manera más sosegada e introspectiva.
José: (observando a los demás) Tomás, Alba, Lorena, ¿sienten cómo el kemón nos vincula entre el quantum sensorial y el telepático?
Tomás: (sonriendo) Sí, José. Es como si estuviéramos creando un puente entre lo físico y lo etéreo. Un equilibrio perfecto.
Alba: (cerrando los ojos) Puedo sentir la energía fluyendo a través de nosotros. Es una danza de energías que resuena con la melodía del universo.
Lorena: (abriendo los ojos) En este espacio intermedio, encontramos un equilibrio que nos permite sanar y crecer juntos.
Los ocho personajes chakra optaron por conectar -mediante sus tokens-chakra- con la web de cartas oráculo Tabula Rasa y por sincronía con el chakra raíz del lunes demandaron la tirada de las tres cartas de navegación del oráculo #Oficios de la Tierra donde la Carta Yin (VIENTRE) vinculada al personaje del tiempo Desdoblado y el origen de la herida digital como carta que denota la necesidad de una huida de una salida al exterior dejando atrás la seguridad uterina. La Carta Yang (SACRIFICIO) como la carta que fuga mediante el personaje Doble hacia el futuro y que captura la máscara digital del futuro connotando en este caso la liberación del sacrificio que exige romper con las ataduras del pasado y constatadas por la carta yin de la herida. Por último, la Carta Shen (EQUILIBRIO) como carta que nos transfiere la virtud digital derivada del oxímoron entre la carta yin y yang manifestada por el personaje del tiempo Original. Una virtud digital de armonía del chakra raíz con los otros seis chakras que nos proporciona una sensación de seguridad que nos motiva a dar otro paso hacia adelante sin miedo o incertidumbre y ampliar nuestra zona de confort.
Cada una de las ocho personas-chakra se proyectaba según sus circunstancias en las cartas-oráculo.
Juan: (ajustando su máscara de injusticia) Salvador, ¿sientes cómo el quantum telepático nos conecta? Es como si pudiéramos ver más allá de lo evidente.
Salvador: (asintiendo) Sí, Juan. Es una sensación poderosa. La injusticia que sentimos se transforma en una fuerza que nos impulsa a buscar la verdad.
Susana: (con una expresión de frustración) Héctor, no logro sintonizar con el chakra digital raíz. Siento que mi energía está en otra frecuencia.
Héctor: (consolándola) No te preocupes, Susana. Tal vez nuestra conexión esté en el antichakra analógico garganta sea lo que necetitamos para vencer la rigidez impuesta por la máscara del chakra garganta. A través del quantum sensorial, podemos sanar nuestras heridas de una manera más dosificada.
José: (observando a los demás) Tomás, Alba, Lorena, ¿sienten cómo el kemón nos vincula entre el quantum sensorial y el telepático?
Tomás: (sonriendo) Sí, José. Es como si estuviéramos creando un puente entre lo físico y lo etéreo. Un equilibrio perfecto.
Alba: (cerrando los ojos) Puedo sentir la energía fluyendo a través de nosotros. Es una danza de energías que resuena con la melodía del universo.
Lorena: (abriendo los ojos) En este espacio intermedio, encontramos un equilibrio que nos permite sanar y crecer juntos.
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