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miércoles, enero 08, 2025

PLANO CHAKRA ANÁLOGICO 6.0 (CORAZÓN) SÁBADO: HERIDA DE INTUICIÓN APAGADA (id.6)

 




En la bulliciosa estación de metro "Méndez Núñez" de Granada, la energía se sentía diferente esa tarde. Seis personas-chakras se reunieron un jueves, con chakra analógico 4.0 (corazón) y dominio de la "herida de traición", en el andén (dirección Albolote) rodeados por el murmullo de los trenes y el ir y venir de los pasajeros. Este lugar, conocido por su movimiento constante, se convertía en el escenario de un encuentro transformador.
Luis, con su energía de coraje, llevaba un token rojo, símbolo de la fuerza y la vitalidad. Rubén, con su creatividad desbordante, sostenía un token naranja, representando la inspiración y la pasión. Carolina, con su confianza inquebrantable, tenía un token amarillo, emblema del poder personal y la determinación. Sandra, con su corazón lleno de amor, portaba un token verde, símbolo de la compasión y la sanación. Tomás, con su comunicación clara, llevaba un token azul, representando la verdad y la expresión. Jésica, con su intuición profunda, sostenía un token violeta, emblema de la sabiduría y la percepción.
Se encontraron en el centro del andén, donde las luces del metro reflejaban los colores de sus tokens. Luis habló primero, su voz resonando con determinación: “He sentido la falta de coraje en nuestro mundo. Es hora de fortalecerlo.”
Rubén asintió, sus ojos brillando con creatividad. “Y yo he notado cómo la inspiración se ha desvanecido. Necesitamos reavivarla.”
Carolina, con una sonrisa segura, extendió su token amarillo. “La confianza y la determinación son esenciales. Juntos, podemos restaurarlas.”
Sandra, con una mirada cálida, añadió: “El amor y la compasión son la clave para sanar nuestras heridas.”
Tomás, con voz clara, dijo: “La verdad y la expresión deben ser fortalecidas para una comunicación auténtica.”
Jésica, con una mirada profunda, concluyó: “La sabiduría y la percepción son necesarias para guiar nuestro camino.”
Intercambio de Energía Chakral
Con un gesto sincronizado, intercambiaron sus tokens. La energía chakral fluyó entre ellos, creando un arco iris de luz que envolvió la estación. Sentían cómo sus propias energías se fortalecían y se equilibraban, transformando sus heridas y máscaras analógicas en digitales.
Luis, con su token rojo, intercambió energía con Rubén, cuyo token naranja complementaba su chakra raíz con el chakra sacro. Este intercambio permitió a Luis modular su máscara de miedo, transformándola en una virtud de coraje. Rubén, a su vez, sintió cómo su creatividad se reavivaba, permitiéndole inspirar a otros.
Carolina, con su token amarillo, intercambió energía con Sandra, complementando su chakra plexo solar con el chakra corazón. Este intercambio ayudó a Carolina a modular su máscara de inseguridad, transformándola en una virtud de confianza. Sandra sintió una nueva claridad en su misión de amor y sanación.
Tomás, con su token azul, intercambió energía con Jésica, complementando su chakra garganta con el chakra tercer ojo. Este intercambio permitió a Tomás modular su máscara de silencio, transformándola en una virtud de expresión clara. Jésica sintió cómo su intuición se agudizaba, permitiéndole percibir con mayor claridad.
Sanación de Heridas Propias
Además del intercambio de energía chakral, cada uno de ellos utilizó la energía de su propio chakra para sanar sus heridas emocionales. Luis, con su token rojo, se centró en su chakra raíz, sanando las heridas de miedo y fortaleciendo su coraje. Rubén, con su token naranja, se enfocó en su chakra sacro, sanando las heridas de falta de inspiración y fortaleciendo su creatividad. Carolina, con su token amarillo, se concentró en su chakra plexo solar, sanando las heridas de inseguridad y fortaleciendo su confianza. Sandra, con su token verde, se centró en su chakra corazón, sanando las heridas de desconfianza y fortaleciendo su capacidad de amar y compadecer. Tomás, con su token azul, se enfocó en su chakra garganta, sanando las heridas de silencio y fortaleciendo su capacidad de expresión. Jésica, con su token violeta, se concentró en su chakra tercer ojo, sanando las heridas de duda y fortaleciendo su intuición.

La estación de metro "Méndez Núñez" se llenó de una energía vibrante, y los seis amigos supieron que habían dado un paso importante hacia un mundo más equilibrado y consciente. Con sus energías chakrales alineadas, estaban listos para enfrentar cualquier desafío y continuar su camino de sanación. La epifanía poética que crearon resonó en el aire, donde los denotadores fácticos ligados a las heridas emocionales del pasado se entrelazaban con los connotadores poéticos de las máscaras del futuro, y los oximorones del presente (KEMÓN) se transformaban en virtudes sanadoras.

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