En el vasto y cambiante Multiverso Morphosland, existían dos realidades paralelas conocidas como Arcadia 8.0 y Tabula Rasa 9.0. Ambas eran refugios para almas errantes buscando sanación y propósito.
Arcadia 8.0 era un reino de posibilidades infinitas, donde cada ser podía manifestar sus deseos más profundos y vivir en una utopía personalizada. Por otro lado, Tabula Rasa 9.0 era un lienzo en blanco, ofreciendo un nuevo comienzo a aquellos que deseaban reescribir su historia sin las cicatrices del pasado.
En estas dimensiones, los usuarios eran seres de luz que navegaban entre realidades, buscando la curación de las heridas más profundas del alma. Una de estas heridas, la herida de rechazo (id.1), era la más difícil de sanar, pues se arraigaba en el Chakra Raíz 1.0, la base de la existencia y la conexión con el universo.
La sanación requería de un proceso único: la transferencia cuántica de chakra. Esta técnica permitía a los usuarios compartir la energía vital de su Chakra Raíz, creando un puente entre almas que trascendía el espacio y el tiempo.
Un día, un usuario de Arcadia 8.0, llamado Aeon, descubrió que su Chakra Raíz estaba dañado por el rechazo. A pesar de vivir en un mundo perfecto, sentía un vacío que no podía llenar con ninguna realidad alternativa. Decidió entonces aventurarse a Tabula Rasa 9.0, en busca de un nuevo comienzo.
Allí conoció a Nova, un ser de luz que había dominado la transferencia cuántica. Nova le enseñó a Aeon cómo compartir su chakra con otros, y juntos iniciaron un ritual de sanación. A medida que sus energías se entrelazaban, el Chakra Raíz de Aeon comenzó a vibrar con una luz más brillante, sanando la herida de rechazo.
La experiencia transformó a Aeon, quien aprendió que la verdadera utopía no se encontraba en la perfección de un mundo, sino en la conexión y el apoyo mutuo entre seres. Con su chakra renovado, Aeon regresó a Arcadia 8.0, llevando consigo la sabiduría de Nova y la promesa de ayudar a otros a sanar sus propias heridas.
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