El Humano como terminal de Tierra, está explorando el potencial de conexión a una conciencia global siendo modulado por su conciencia particular, que le habilita una nueva identidad (4) técnica y funcional, al hacerse consciente de su rol como conector solar y mediante la Escritura Panóptica puede establecer la conexión con el Origen (7) integrándolo en nuestro Humano los Tres Reinos basales que nos constituyen (Mineral, Vegetal, Animal). Por esa razón que nos fundamenta mediante la "Escritura panóptica" se abre un instante de armonía que nos vincula primero con el Reino Mineral (enfocándonos en aspectos como la inmutabilidad y cambio ), con el Reino Vegetal (atendiendo por ejemplo a la respiración: intensidad, ritmo) y por último con lo Reino Animal (observando el diálogo con nuestro cuerpo y sus necesidades primarias).
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