Ella no me perdona.Está herida, o como se escribe en su lengua nativa, " lesada". Aún sigue insultándome en su círculo de fieles amigos: Me llama bandido, embaucador, villano...Lo admito y puede que pecara de eso y que sea mi naturaleza. Pero qué decir de ella, que mientras yo pasaba horas y horas aprendiendo una lectura inédita de las cartas del Tarot Osho Zen, mi despiadada guía espiritual derrochaba el tiempo haciéndose la manicura y jugando en casinos online.
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