Venimos de un día que lleva implícita la frecuencia 29, que nos ha proporcionado la conciencia sobre la disrupción que provoca la pauta metódica de una "escritura panóptica 3.0". He permanecido en Ro ( intervalo en el que he compartido con otros receptores antagonismo y complicidad) y la frecuencia 29 (el palo en la rueda) ha provocado una interferencia constructiva de la pulsión Eros y Thanatos, aunque parcialmente destructiva del tránsito de mi receptor... y así he podido darme cuenta de una máxima en el acto de introspección: al observarme a mí mismo se perturba el curso del pensamiento... Hoy día 30 recupero la sintonía perdida y puedo volver a sincronizar los tres personajes del espacio-tiempo en mi percepción (3) ubicada en el punto cero (0) y en la torsión de mi identidad particular me lleva a la contemplación plena de un Universo base 30 en que soy consciente de ser un desertor de un diseño [poético] obsoleto y corrupto, ligado por defecto a un error de percepción (3) neurológica (3) que llevamos codificado en el ADN y que determina el límite morfoestructural humano del sustrato físico-biológico […]
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