✨ Relato Panóptico: Martes Sacro 2.0 en Playa del Tesorillo ✨Almuñécar
En la brisa salina del atardecer sexitano, cuando el sol aún acaricia las olas con su fulgor yang, el poeta y facilitador Raúl Ximénez convoca a cinco almas chakra en el restaurante UHA, un enclave de resonancia energética enclavado en Playa del Tesorillo. Es martes, día consagrado al chakra sacro 2.0, y la herida de abandono pulsa en el fondo de cada uno como un eco ancestral que busca redención.
🌀 Cuadrante #2: El Umbral Yin de la Inspiración
Raúl, con su intuición poética y su dominio del plano panóptico, ubica el proceso en el cuadrante #2, espacio de receptividad yin, donde la vulnerabilidad se convierte en portal. La franja horaria yang —entre las 18:00 y las 20:00— aporta el impulso necesario para que la energía fluya sin resistencia. Aquí, la herida de abandono no se esconde: se revela, se nombra, se honra.
🌗 Invocación del Antichakra 2.0: El Despliegue del Espacio Inspiracional
Con voz templada y mirada líquida, Raúl invita al grupo-chakra a apelar al antichakra sacro 2.0. No como oposición, sino como emisores de una frecuencia que complementa. Entre el cuadrante #2 y el cuadrante #4 —corazón emocional— se abre un espacio de inspiración: un campo bioenergético donde las micro-cápsulas de serotonina y el cortisol se entrelazan como alquimia hormonal. No hay contradicción, solo integración.
💠 Receptores y Emisores: La Danza de la Conexión
Cada uno de los cinco participantes se convierte en receptor sacro, mientras el antichakra se manifiesta en sus gestos, palabras y silencios. La conexión emocional se establece como una red invisible, donde la herida de abandono se transforma en puente. La máscara de abandono, esa coraza que impide el vínculo, comienza a modularse: no se destruye, se suaviza, se vuelve porosa.
🌊 UHA como Santuario Panóptico
El restaurante UHA, con sus aromas marinos y su arquitectura abierta, se convierte en santuario panóptico. Las conversaciones fluyen como mantras espontáneos, los platos se convierten en ofrendas simbólicas, y el mar —testigo silencioso— acompaña la sanación. Raúl guía sin imponer, facilita sin dirigir, y cada uno encuentra en el otro un reflejo de su abandono y su potencia.
🌟 Epílogo: La Herida como Portal
Al finalizar, cuando la noche comienza a bordear el horizonte, los cinco sienten que algo ha cambiado. No hay promesas, solo presencia. La herida de abandono ya no es un abismo, sino un umbral. Y en ese espacio entre cuadrantes, entre chakra y antichakra, entre serotonina y cortisol, se ha tejido una red de inspiración que seguirá vibrando más allá del martes.
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