Enero (del latín iānuārius → lv. jānuāirō → em. janero → enero) toma su nombre del dios Jano, del latín Janus, representado con dos caras, el espíritu de las puertas y del principio y el final.
Es el dios de las puertas, los comienzos y los finales. Por esta razón era representado con dos caras mirando hacia ambos lados de su perfil. Su dualidad le permitía con una cara observar el pasado y con la otra prestar atención al futuro. Algunos autores le suman una tercer cara invisible, la del presente.
Sin embargo, enero no siempre ha sido el primer mes del año. En realidad, el primitivo año de los romanos tenía diez meses (304 días en total) y comenzaba con Martius, dedicado al dios Marte, que pasó a ser marzo en español. La leyenda fija en 713 a. C., cuando el rey Numa Pompilio, sucesor de Rómulo, añadió los meses de enero y febrero para completar el año lunar (355 días).
fuente ( wikilogica)