
En tal estado hipnótico me proyecté: en esa maqueta titulada "Hotel Fantasía", construida por mi hija Rocío a base de cartulina, plástico, un frasco de cristal rojo de colonia y veintisiete luces led análogas a secuencias de qubits "poéticos" interactuando. Parecía una ilusión sostenida en un tiempo regresivo e imaginario generado por una fuente turquesa de geométrico diseño. Todo ese mosaico de sensaciones transcurría mientras escuchaba la vieja canción de los Eagles: Hotel California .
No hay comentarios:
Publicar un comentario