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martes, octubre 09, 2007

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A tenor de mi post Tesis, antítesis y síntesis, me pregunta un lector de mi bitácora por el tipo de reivindicación que reclamo para la poesía de síntesis. Bueno, le he contestado lo mismo que, en su momento, hice al interlocutor del post en cuestión- Juan Planas-; tal reivindicación queda explícita en la máxima de Paul Valéry: "la composición como la más poética de las ideas".
Está claro que seguir esa directriz tiene que llevarnos inexorablemente, a los poetas, a ahondar en la paradoja por la cual hay veces que un constructo poético lo suficientemente implementado no se sostiene o, por el contrario, éste aun con una carencia de implementación, resiste y no se derrumba... Es decir, estamos obligados a sumergirnos en una coyuntura en la que el Todo ( y su incertidumbre) es mayor que la suma de las partes (y sus respectivas incertidumbres).
La verdad, no sé si este anónimo lector me escribirá aclarándome su punto de vista, pero en lo que se refiere a Planas, un poeta que sobre la estructuración del poema sabe un rato, el tema derivó en un intercambio de unos cuantos e-mail, en los cuales, de manera informal pero taxativa y sin concesiones del uno hacia el otro, nos posicionamos; recuerdo que una de sus preguntas- o afirmaciones- incluida en dichos mensajes me dio mucho que pensar, ésta:" ... y es que ¿acaso forma y fondo no son una misma cosa?"